• A un trato personalizado.
• A no ser descrinado por su raza, política, cultura, credo religioso o por su propia
situación de salud.
• A recibir una situación segura y excelente calidad.
• Elegir libremente el asegurador, la IPS y el profesional de la salud que quiere que le
trate, dentro de la red disponible.
• A que se facilite la asistencia espiritual según sus deseos y al manejo del dolor en
las medidas de las posibilidades.
• A ser informado de todo lo relativo a su atención, teniendo en cuenta su estado
emocional y nivel de aprendizaje y a suscribir consentimiento informado.
• A solicitar una segunda opinión.
• A la información sobre los costos económicos y sobe el Sistema de Seguridad
Social, relativas a la situación particular.
• A decidir sobre su participación en actividades de docencia y de investigación.
• A expresar y a que se tenga en cuenta sus deseos, necesidades y decisiones
relacionadas con el proceso de atención.
• Que se mantenga estricta confidencialidad su información clínica.
• A la cercanía de su familia y allegados.
• A recibir una atención con enfoque diferencial sin ser discriminado por su etapa de ciclo vital, orientación sexual, identidad de género, pertenencia étnica, política, cultural, psicosocial, credo religioso, condición de salud, condición de discapacidad (física, sensorial, intelectual, mental, psicosocial, múltiple, auditiva, visual) o condición de víctima (violencia sexual, conflicto armado o desplazamiento).
• Cuida las instalaciones y equipamiento de la clínica.
• Brindar un trato respetuoso y digno al personal asistencial y demás pacientes.
• Comprometerse con el consentimiento informado.
• Informar de forma clara y oportuna relativo a su estado de salud, deterioro físico y
circunstancias relacionadas con su seguridad social.
• Colaborar con el cumplimiento de las normas e instrucciones de la clínica y del
equipo tratante.
• Participar activamente y responsabilizarse de su proceso de atención y tratamiento.
• Cuidad de su salud y de los demás pacientes.